3 de agosto
Finalmente, me decido a pintar la mancha de humedad que hay en el techo de mi cuarto. Compro una lata de pintura y un rodillo, alisto la escalera, sobre la escalera coloco un banquito y comienzo mi ascenso rumbo a mi propia estratosfera. Por precaución, y a fin de no salpicarme el pelo, me he cubierto la cabeza con un pañuelo de seda azul con flores amarillas que era de mi abuela. Sumerjo el rodillo dentro de la lata. Con sumo cuidado, retiro el sobrante líquido presionando contra los bordes. ¡Ya está! Ahora, a pintar. Pero no he dado dos rodillazos cuando suena el teléfono y estoy solo en la casa. Dificultosamente, apoyo el rodillo sobre la lata, bajo del banquito, bajo la escalera y me dirijo a la sala. -¿Quién es?-Es Matías y quiere hablar con mi hermana. -No, ella fue secuestrada por una tribu de indios -le informo. Le explico que aún no sabemos muy bien por cual de las ocho tribus de indios que viven en los alrededores de Pernambuco, si los fulni, los kambiwá, los pankararu, los xucuru, los atikum, los kapinawá, los truká o los truxá. -Creemos que fueron los truxá -agrego, pero me doy cuenta de que Matías ya no está del otro lado de la línea. Corto el auricular y me estoy encaminando nuevamente hacia mi cuarto cuando el teléfono vuelve a sonar. Retrocedo sobre mis pasos y levantando el tubo y digo -Aunque puede que hayan sido los truká -Pero me apercibo de que no estoy hablando ahora con Matías sino con una chica que dice ser Emilia ¿Quién? Tardo unos cuantos segundos en recordar que Emilia es la chica pelirroja a la cual le presté mi CD de Mantra's Chaos , en el subte. |