13 de agosto
En el cuarto de mis padres hay una vieja lámpara de lava, que ellos conservan desde que eran jóvenes. Las lámparas de lava, hoy convertidas en íconos culturales, fueron inventadas en los años 60 por hippies que experimentaban con nuevas drogas y buscaban nuevos estadios mentales que les proporcionaran iluminaciones filosóficas. Estos adminículos están construidos a partir de dos sustancias que no pueden mezclarse entre sí: una de ellas posee una gravedad específica más pesada que la otra y además, se caracteriza porque, a temperatura ambiente, no es ni sólida ni líquida sino que permanece en estado viscoso. Al ser enchufada la lámpara, el glóbulo de esta sustancia (que puede ser aceite mineral o parafina) se activa con el calor y comienza a flotar dentro de la otra sustancia (generalmente, agua). Existe toda una mística alrededor de las lámparas de lava. El magma primordial del universo ha sido capturado en sus interiores, en perpetuo movimiento. Sus patrones, continuamente cambiantes, poseen cualidades hipnóticas a partir de las cuales poder alcanzar, si no la sabiduría, al menos significativos estados de trance. |