Mamá volvió de la provincia con un ojo hinchado, motivo por el cual, anda por toda la casa con sus anteojos oscuros, como si fuera una estrella de cine. La cuestión es que no tiene idea de qué pudo haberle pasado: ¿algún virus?¿alguna reacción alérgica? ¿algún insecto? Dicen que cerca de la ciudad adonde dio su seminario hay unas moscas que pican a las personas porque necesitan de la sangre humana para producir sus huevos. ¿Serán esas las moscas que, cuando pican a sus víctimas, a las mismas se les va paralizando el cerebro? Yo no sé si es esto lo que le sucedió a mamá, pero estoy seguro de que uno de estos bichos lo debe haber picado a mi hermano cuando era pequeño porque, sin dudas, desde entonces, tiene el cerebro paralizado. Por la mañana, mamá fue a consultar a un oculista y volvió con un enorme frasco de gotas color ámbar. Pero parece que el oculista tampoco tenía mucha idea de qué era lo que podía haberle pasado. Hace un rato, ella se sacó los anteojos oscuros y alzó la cabeza para ponerse las gotas. Entonces pude ver su ojo gelatinoso y abultado. ¡Está tan rojo e hinchado que se parece a Terminator!