el itinerario

Se dirigió a la cocina, escogió la manzana más verde, la ciruela más negra y un puñadito de uvas. Las comió con deleite, esperó varias horas y entonces, fue al baño para escudriñar en sus heces como en un oráculo el viaje de lo dulce por sus entrañas. Descubrió que en eso consistían las peregrinaciones sagradas. Guadalupe Elósegui Monterrey, México.

Viajar sin salir del hotel

El turista accidental tenía antecedentes o más bien fue un plagio, tras leer este antiguo libro de viajes francés. Anne Tyler encontró sin duda este libro entre los puestos de buquinistas del Sena y compuso así el clásico personaje de Macon Leary, un autor de guías de viaje que odia viajar. Freycinet no se queda atrás, después de planificar durante años un viaje alrededor del mundo que tendría que acabar en la Polinesia, siguiendo la estela de Gauguin, el día que parte su barco, simplemente se duerme y llega tarde al puerto. Comprometido con su editor y con toda su familia que se ha empeñado para financiar este viaje, tiene que inventar todos los detalles de su vuelta al mundo sin salir durante un año de su habitación de hotel en El Havre. Una genialidad apta para intrépidos en batín y zapatillas.