El cielo puede esperar

Este libro recopila tres entrevistas entre físicos nucleares estadounidenses y dios. Más allá de las distancias ontológicas, es notable la identificación de roles entre los primeros y el segundo.

Champiñones para cenar

Un día de verano, sentado en el jardín, atrapé un sueño que pasaba. Al levantar el zapato, me di cuenta que, sin querer, lo había achafado. No hay Dios, me dije entonces, al tiempo que un resplandor iluminaba el cielo.

Las bombas y la verdad

Cuenta la Historia de este libro que un día Diós se quedó muy aburrido. Y no tenía que hacer, pués estaba solo en el espacio.. Creó entonces nuestro planeta, y después de unas horas lo vió muy calmo, entonces creó a los hombres. Los ombres eran muy brutos por asi decir y entonces Diós se puso cansado de ellos. Les sacó entonces la inteligéncia que les sobrava (pués con lo que tenían ya se habian matado muchos de ellos, en conflitos imbeciles). Así que se pusieron sin cualquier inteligencia, los hombres crearon solos objetos que eran capazes de destruirselos a todos, y esa era la intención de Diós. Porque Diós no tenía coraje de matarlos, y entonces les permitó que se matasen por voluntad propria. Fué lo que pasó, pero como eran muy imbeciles, no lograran matarse a todos, y muchos siguieron vivos. Asi que uno de ellos escribió eso todo, para que otro lo leyera y lograse poner un fín a esta historia.

Impacto

Explosivo, irrisorio. Un Mil, Cien Mil, Mil Mil. Partículas partiéndose Sin hacer mitosis.