...levanto la vista, la veo a Celeste en un rincón. Exhala el humo del cigarrillo encendido entre sus dedos, pequeña luciérnaga anaranjada cuyo vuelo queda escrito en el espacio como el rastro de las luces de los coches, en una fotografía nocturna. Me dirijo hacia ella, pero cuando llego al rincón, parece haberse evaporado en el aire. Entonces, con el cigarrillo apagado entre los labios... | |